Orden a la que pertenecen y su carisma

 

            Somos un Instituto religioso de vida íntegramente contemplativa, consagradas a la Santísima Trinidad y a la redención de los cautivos, vivimos en comunidad dedicadas solo a Dios “en soledad y silencio en asidua oración y generosa penitencia”. Pertenecemos a la Orden de la Santísima Trinidad y los cautivos.

            La Familia Trinitaria integrada por los religiosos Trinitarios, por diversos Institutos Femeninos, Institutos Seculares y diferentes Asociaciones seglares trinitarias. Todos según su estado y condición participamos del Carisma y espíritu trinitario-redentor de Nuestro Padre San Juan de Mata y San Félix de Valois a quien a lo largo de los siglos siguieron preclaros siervos de Dios como San Juan Bautista de la Concepción, Ángela Mª de la Concepción y la Beata Ana Mª Taigi y muchos otros Santos.

            En esta Familia las monjas Trinitarias representamos de modo especial el elemento Contemplativo de la espiritualidad y del proyecto trinitario en la Iglesia. La Regla de San Juan de Mata es el principio y fundamento del espíritu de nuestra Orden:

            Nuestra consagración religiosa, configuración con Cristo glorificador del Padre, como encuentro filial y amoroso con el Padre en Cristo por el Espíritu.

            Nuestra caridad redentora, como participación y testimonio del amor misericordioso del Padre, fuente de todo servicio liberador en la Iglesia.

            Nuestra vida comunitaria, como encarnación y expresión de la vida intratrinitaria de Dios, como lugar de revelación, adoración y redención, como espacio de comunión. Nuestra vida litúrgico-sacramental, como momento de alabanza y glorificación Trinitaria y de acción redentora.     

            Nuestro apostolado trinitario-contemplativo, como signo y sacramento del amor redentor del Padre y prolongación de las misiones salvíficas del Hijo y del Espíritu Santo. Asimismo, dedicamos nuestras casas que ya desde los origines de la Orden eran llamadas “Casas de la Trinidad” y nuestras Iglesias a la Augusta Trinidad.

 

Fundación de la Comunidad

 

            El Monasterio de la Santísima Trinidad está situado en lo alto de la C/ Real de San Fernando Nº 3, C.P. 23600 de Martos (Jaén). Fue fundado por Dª Aldonza de Rivas y Ortega en la segunda mitad del siglo XVI; en concreto, el día 6 de marzo de 1595. 

            Doña Aldonza que era una señora rica, muy religiosa y caritativa, donó su casa y toda la manzana donde hoy está asentado el Monasterio. Tras cumplimentar todos los trámites eclesiásticos y civiles, se construyeron y adaptaron las casas de manera que las monjas las pudieran ocupar como comunidad en clausura.

            Las primeras monjas que lo habitaron venían de Andújar (Jaén). Como Priora, Madre Teresa León; como Superiora, María Isabel Escabies, y como Maestra de novicias, Isabel Marmolejo. Al mismo tiempo que las Madres, se instalaron en el Monasterio como novicias la propia Doña Aldonza y dos sobrinas suyas, que profesaron el día 9 de julio de 1596. Con la alegría de todas ellas y del pueblo de Martos, y con la legítima satisfacción de Doña Aldonza, quedaba así constituido en esta Villa de Martos el Convento de Monjas de la Santísima Trinidad que, gracias a Dios, todavía subsiste en la actualidad.

 

            En este convento vivió con ejemplaridad la sierva de Dios Aldonza de Rivas y entregó su vida, sabiendo su día y la hora, en la  Fiesta de la Santísima Trinidad, quedando su rostro de un resplandor brillante y hermoso; así aparece en las Crónicas, páginas 18 y 19. Igualmente cabe decir de otras muchas hermanas que vivieron y se santificaron y glorificaron a la Santa Trinidad.

            Queremos destacar a la Madre Francisca de la Encarnación, Espejo Martos. Esta hermana entregó su vida como mártir de la fe y de la virginidad en Casillas de Martos el 13 de enero de 1937 y sus restos reposan y son venerados en la Iglesia conventual. Fue beatificada el 28 de octubre de 2007 en Roma

            El IV Centenario de la fundación de nuestro convento Trinitario se celebró en el año 1.995 con gran Solemnidad y participación de autoridades Civiles y Religiosas con actos Culturales y religiosos de la Diócesis y de la Orden y participación del pueblo Marteño y Provincia.

 

El edificio

 

            La Fachada de la Iglesia, que es del Siglo XVII, se restauró la piedra y madera, vidrieras etc. el año 1987

            Del interior de la Iglesia se han restaurado columnas y capillas, dejando su piedra vista, y también fue  pintada para la celebración de la Beatificación de M. Francisca de la Encarnación Espejo Martos.

 

La Comunidad en la actualidad

 

  Las actuales moradoras de este antiguo monasterio, que lleva 421 años, nos dedicamos a la alabanza de Dios Trinidad y a la Redención de los cautivos por medio de la Liturgia, Oficio divino, Oración comunitaria y personal y del sacrificio que comporta la vida contemplativa. Nos esmeramos, además, en la propia formación humana y religiosa que es propia de nuestra espiritualidad trinitaria.

            En comunidad somos actualmente 12 monjas Profesas de votos solemnes y una Novicia. Vivimos con alegría nuestra vida comunitaria, y entre todas compartimos todo cuanto somos y tenemos.

            En nuestra Iglesia tienen su Sede cuatro Cofradías que tienen sus cultos como novenas, triduos, procesiones en tiempo de Cuaresma y Gloria, en que participamos todos, Cofrades y el pueblo de Dios.

 

Trabajo monástico

 

  Además, nos dedicamos al trabajo diario de bordados, manualidades y la fabricación de dulces para ganar nuestra propia subsistencia y compartir con los más necesitados que acuden diariamente al torno buscando ayuda.

 

GALERÍA FOTOGRÁFICA

 

Fachada de la Iglesia-convento de Martos

 

Altar de la Iglesia interior dedicada a la Santísima Trinidad.
San Juan de Mata y San Félix de Valoi

 

Escudo de la Orden Trinitaria

 

 

Mártir M. Francisca de la Encarnación hija de este pueblo que está en un Claustro de la Comunidad

 

Virgen del Buen Remedio Patrona de Nuestra Orden que se venera en nuestra Iglesia el 8 de octubre con un Triduo Solemne y Procesión de Gloria que está unida a la Cofradía de Jesús de Humildad y paciencia Santa María de los Desamparados y San Juan Evangelista; éstas de penitencia procesionan el Domingo de Ramos por la tarde.